Me despierto con la alarma sonando. Lo apago y me pongo boca arriba mientras empiezo a quitarme el sueño de los ojos. Mi teléfono comienza a sonar, así que lo levanto desde mi lado en la cama. Es un número que no suena con frecuencia, así que al principio no estoy seguro de quién podría ser, pero luego me doy cuenta… ¡es él! Respondo con Hola bebé. Él responde con Buenos días bebé. ¿Cómo te sientes? Le respondo diciéndole que estoy mucho mejor ahora que la última vez que hablamos sobre lo que pasó ayer en nuestra charla.