Cuando empezó a limpiar mi cocina, lo único en lo que podía concentrarme era en su camiseta ajustada que dejaba ver sus tetas y esos ajustados pantalones de yoga. Era una morena deslumbrante con cabello negro rizado y un cuerpo diminuto, pero sus pechos eran simplemente increíbles. Tal vez fue patético y enfermizo, pero pensé en ofrecerle algo de dinero ya que probablemente lo necesitaba. Entonces me acerqué a ella mientras lavaba los platos y le pregunté si podía mostrarme sus tetas por algo de dinero. Ella estaba reacia e incómoda, pero finalmente mostró sus grandes tetas naturales que la dejaron sorprendida y cachonda. Quería ir más allá y le ofrecí más dinero si se bajaba las mallas y me limpiaba medio desnuda. No se sentía bien por eso, pero aceptó cuando vio el dinero. Así que la seguí por la casa asombrado por su gran culo y su forma firme y burbujeante. Cuando ella se relajó y se sintió más cómoda, yo ardía de deseo de meter mi BBC en su apretado coño. Aproveché mi oportunidad y me quité los pantalones masturbándome al ver su cuerpo lujurioso y cuando ella me vio se echó atrás. Pero ella se conmovió con mis torpes disculpas y decidió hacerme una paja que poco a poco se convirtió en una mamada. Tímida al principio, pero para mi sorpresa, ella tomó toda mi herramienta y realizó una garganta profunda como una puta experimentada. Después de eso, todo parecía un festival de sexo en el que cambiábamos de postura y destrozábamos la habitación. La chica de ébano desnuda lo montaba al revés y luego en la habitual posición de vaquera donde tenía un POV sobre su cuerpo cremoso. Sus increíbles tetas rebotaban frente a mi cara, muy alegres y firmes. Lo mejor fue el estilo perrito porque podía ver su culo temblar con cada libra de mi polla palpitante. El creampie del final tiene que ser uno de tus favoritos, ¡no te lo puedes perder!