Soy un fanático del tenis y del pádel, pero lo más importante es que soy un fanático de follar con zorras.
Hay tantas zorras guapas y jodidamente brillantes para follar a las que les encanta jugar al pádel. Precisamente ayer estaba jugando al pádel en la pista y mi compañera era Selena, una preciosa jovencita guarra. No sólo no podía quitarle los ojos de encima, sino que incluso empezó a coquetear conmigo. ¡Se levantó la falda y me mostró su maravilloso culo y su coño! Sus tangas estaban tan altas que estaban tan apretadas entre los labios de su coño que podía ver su coño. Encontrando el momento adecuado cuando los otros jugadores no estaban mirando, se sacó la tanga hacia un lado exponiendo su culo por completo. Ella estaba abriendo sus nalgas justo en el medio de la cancha. Incluso derramó un poco de agua en su coño durante nuestro descanso. Estaba jodidamente bien, y su coño carnoso era impresionante, y no podía creer con mis propios ojos lo que estaba pasando. Ella estaba toda desnuda y sobre mi polla mientras todas las demás personas jugaban ese dulce pádel. Mi enorme polla cortada estaba profundamente en su boca. Ella estaba en todo esto y estaba dedicada a satisfacerme, pero yo apenas la conocía. No fue un gran problema, pero hacía muchísimo calor.
LAS CHICAS NO PUEDEN CONTROLAR SU LUJURIA Y FOLLAR EN PÚBLICO:
Ella estaba chupando vigorosamente mi polla mientras la gente alrededor casi miraba. Necesitaba entrar en las paredes de su vagina, así que se lo di por detrás. Ella estaba gimiendo, pero afortunadamente nadie nos escuchó. Incluso si lo hicieran, ¿y qué carajo? La puse al lado de la cerca y comencé a frotar su clítoris para que pudiera llegar al clímax. De repente, su coño adolescente comenzó a chorrear por toda mi mano. Vi como su coño tenía espasmos y los jugos fluían por sus piernas. También le di mi polla para que la chupara a través de la valla. Fue jodidamente brillante, y después de eso, quise follármela de nuevo, pero esta vez como vaquera. Ella me estaba montando, y esta vez fue en la cancha mientras otras personas todavía jugaban. Sus tetas perfectas rebotaban con cada salto que daba, pero finalmente cambió a vaquera inversa para que yo pudiera golpear su jugoso trasero. Abrí sus mejillas con cada golpe poderoso, exponiendo aún más su hermoso coño y culo mojados. Ella se ocupaba de sentarse en el banco mientras estaba acostada, y yo se lo permití, por supuesto. Se lo estaba dando cada vez más fuerte, y cada vez hacía más calor ya que toda la gente todavía no nos notaba.