Chica guarra andaba en bicicleta con un consolador en el culo hasta que conoció a Jordi

No todos los días pasan cosas raras como le pasó a Jordi. Mientras corría casualmente, se topó con una rubia súper sexy que andaba en bicicleta con un consolador sujeto en el asiento. Estaba montando una minifalda y su trasero con un juguete dentro brillaba debajo. No podía creerlo con sus propios ojos. Él se acercó a ella y comenzó a tocarle el culo y a ella le gustó y quería algo más. La chica se arrodilló descaradamente en medio de la calle y comenzó a chuparle la polla. Lo más loco de todo fue que ambos se sintieron muy felices de encontrarse. Ella anhelaba una polla que le permitiera hacer anal, así que trabajó su herramienta desde las bolas hasta la punta con gran apetito. Esta loca zorra anal luego se apoyó contra la pared y su culo quedó expuesto abriendo sus nalgas para recibir la enorme polla de Jordi. Su ano estaba estirado alrededor de su gruesa polla y se sentía increíble. Él atravesó su entrada trasera con facilidad y comenzó a follarla duro en público. Era muy flexible y podía levantarla muy alto y alcanzar su caliente coño. Se frotó el coño cada vez más fuerte para intensificar la sensación. Sus dedos se deslizaron sobre su clítoris hasta llegar a su agujero húmedo y comenzó a masturbarse metiendo los dedos dentro. Luego Jordi se tumbó sobre el asfalto mojado para que ella lo montara y embistiera su monstruosa polla. Esa pequeña zorra lo montó sin piedad en posición de vaquera como loca. Ella golpeó su culo con fuerza contra su dura polla. Y ella no tenía intención de detenerse, así que estaba claro que duraría hasta que le drenara las pelotas. Y luego, de la nada, un enorme chorro de semen se derramó por toda su entrepierna y continuó después de eso. El ritmo estaba firme y continuo hasta que la herramienta de Jordi lanza una gran corrida.

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