Me encanta la sensación de los vibradores en mi coño. Especialmente cuando son controlados remotamente. Mi novio lo enciende cuando estamos afuera. Hace temblar todo mi cuerpo. Probablemente parezco una puta en público. Gimo de tanto placer cuando mi coño se estimula así. Puso las vibraciones a máxima potencia cuando estábamos en el coche. Me dio un orgasmo tan intenso. Cuando llegamos a casa, se puso a trabajar en mi coño. Comenzó a lamer los labios gordos de mi coño y a meter la lengua dentro. Todo mi cuerpo temblaba y estaba chorreando por toda su cara. Entonces quise darle un poco de placer con mi boca. Tomé la cabeza de su polla en mi boca, lamiéndola y chupando, como si fuera mi propia paleta. Lo tengo bien mojado. Luego lo metió lentamente dentro de mi coño peludo. Levantó mis piernas mientras estaba en el suelo y empezó a follarme. Me encanta la forma en que me folla, moviendo sus caderas hacia adelante y hacia atrás. Me encanta la forma en que hace que mi cuerpo responda, la forma en que presiona contra él por su propia voluntad, desesperada por más de él, más polla, más sexo. Con cada una de sus embestidas, podía sentir mis grandes tetas moverse por la fuerza.
EL ORGASMO MÁS INTENSO JAMÁS CAPTADO POR LA CÁMARA:
Se vino en mi coño y me llenó de semen. Podía sentirlo goteando por mi pierna. Me encanta la sensación de su polla hinchándose dentro de mí. Me encanta ese primer chorro inicial cuando se corre y luego el calor y la humedad dentro de mí, desencadenando mi propio orgasmo. Pero no podía tener suficiente, así que me arrodillé nuevamente después de un descanso. Empecé a chupar ese monstruo grueso. Es tan grande que no puedo tragarlo hasta la garganta. Pero sé que puede caber en mi gordo coño, así que lo quería allí. Me senté a horcajadas sobre él y lentamente me senté sobre su polla. Tomó mis caderas y comenzó a empujar. Fue una sensación tan buena que todo mi cuerpo temblaba. Estaba gimiendo de placer y puro orgasmo. Me dio la vuelta y me encontré a cuatro patas. Me estaba follando al estilo perrito. Sentí sus bolas golpeando mi clítoris, mientras extendía mis nalgas, follándome más tiempo, más fuerte y más profundo. Tuve otro orgasmo. Caí al suelo con el cuerpo temblando. Entonces, me encontré encima de él nuevamente. Quería que me follaran en pose de vaquera inversa. Mi coño peludo golpeaba su polla. Mi cuerpo no pudo soportarlo más y tuve otro orgasmo. Sólo puedo imaginar cómo era mi cara. Pero no era el único que disfrutaba. Podía sentir su polla palpitar, seguida de algo cálido dentro de mí. Se vino muy dentro de mí.