Mi hermanastra sacó peores notas que yo, así que tuve que controlar su vibrador a control remoto.

Un día encontré el control remoto del vibrador secreto de mi pequeña hermanastra Chloe tirado en la sala de estar. Tan pronto como me di cuenta de lo que era, comencé a jugar con ello. Con solo presionar un botón podía controlar los orgasmos de mi hermanastra. La hice correrse una y otra vez, le temblaban las piernas y se retorcía en el suelo. Por supuesto, Chloe quería recuperarlo y decidí hacer una apuesta con ella: si sacaba una mejor nota que yo en nuestro examen final de matemáticas, ¡se lo devolvería! Sin embargo, si su rendimiento no mejoraba, ¡podría jugar con él durante todo el verano y hacer que mi hermanastra se corriera cuando quisiera! Cuando unos días después vino a mostrarme sus notas, tuve suerte porque saqué mejores notas que ella. Mi hermana tuvo que quitarse las bragas y mostrarme su coño recién afeitado. Encendí el vibrador. Ella empezó a gemir y yo comencé a acariciar mi gran polla. No solo dejé las cosas ahí: también me masturbé frente a mi hermanastra desnuda mientras jugaba con el control remoto. Chloe seguía quejándose de mi comportamiento pervertido, pero sabía que en secreto disfrutaba cada vez que veía mi polla. Ambos nos excitamos. Ella se excitó con mi biddus dickus, y a mí me excitó su inocente y recién afeitado coño y esos dulces y perfectos pechos suyos.
LAS HERMANASTRAS NO PUEDEN CONTROLAR SU DESEO SEXUAL ADOLESCENTE:
¡LAS HERMANASTRAS NO PUEDEN CONTROLAR SU DESEO SEXUAL ADOLESCENTE!
Mi pequeña hermanastra era tan pura que hubiera sido una pena si no folláramos en ese momento. Me acerqué a ella y su boca se abrió instintivamente. Deslicé la cabeza de mi polla en su boca, sintiendo su lengua contra mi polla mientras ella realmente se ponía a trabajar. El vibrador todavía estaba en su vagina, así que hice que se corriera con mi polla en su boca. Una vez que mi hermanastra me rogaba que me la follara, me subí a la cima al estilo misionero y me deslicé de un solo empujón. Tan pronto como entré en su flor rosa, su vagina comenzó a contraerse y a apretar mi polla. Estaba investigando más y más profundamente en ella y su túnel de amor. Nuestros padres no estaban en casa, así que podíamos hacer tanto ruido como quisiéramos. Su coño estaba ordeñando todo mi semen caliente dentro de ella. Ella me rodeó con sus piernas para sostener mi polla dentro de ella y yo bombeé y descargué mis bolas profundamente dentro de ella. «Sí. Sí. Ay dios mío.» Mi hermana gritó fuerte mientras yo eyaculaba una y otra vez, llenando su coño con mi esperma. Luego se dio vuelta y se inclinó para que yo pudiera darle mi polla todavía dura por detrás. Con su coño lleno de semen, estaba tan suave allí abajo y tan suave. Me gustaba tanto follarla que no me importaba si era mi hermana pequeña o no. Más tarde, me mostró sus habilidades de vaquera y, francamente, quedé impresionado. Su coño continuó ordeñando mi polla.

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