El servicio de limpieza me envió a Anais como empleada doméstica para limpiar la casa. ¡Pero tenía en mente algo más que hacer que simplemente limpiar! Sería difícil encontrar un cuerpo más perfecto. Cuando la nena estaba arrodillada limpiando el piso, ¡no pude evitar mirar el culo más hermoso! ¡Le ofrecí algo de dinero para que limpiara desnuda! Ella rápidamente aceptó la oferta y comenzó a limpiar mostrando su bonito y perfecto culo redondo. Mi doncella desnuda empezó a rodear la cocina y se dirigió al dormitorio. Todo lo que podía pensar era en su increíble culo y en mí follándola por detrás. ¡Saqué mi polla dura y le ofrecí aún más dinero para que limpiara mi pipa! La chica desnuda tampoco dudó en aceptar mi oferta y empezó a mamarme fenomenal. Ella me miró con sus hermosos ojos mientras lo hacía. Ella comenzó a empujar mi polla profundamente en su garganta. Mi polla había alcanzado su tamaño máximo y quería follármela de inmediato. La coloqué en la cama en posición de perrito e inmediatamente se la metí en el coño. Ambos gemimos. ¡Su coño se sentía increíblemente caliente y húmedo! Siempre me gustó follarme a zorras jóvenes y dulces por detrás porque me daba una gran vista de sus grandes culos perfectos. Sosteniendo sus nalgas con firmeza, tuve control total y ella se entregó a mí por completo. Mi criada desnuda se levantó de repente y me dijo que me acostara en la cama. Ella me montó y me invitó a penetrarla como quisiera. No me moví en absoluto. La dejé tomar la iniciativa y empalarse en mi polla. Acaricié su clítoris con mi mano y eso la excitó aún más. Sin bajarme la polla, se dio la vuelta en posición de vaquera inversa y empezó a montarme como sabe. Estaba golpeando su hermoso trasero, haciendo que su vagina apretara aún más mi polla. Comencé a tocar su culo limpio con mis dedos, instándola a saltar aún más rápido. Ella empezó a correrse intensamente, y yo tampoco duré mucho, y comencé a llenarle el coño. Fue buen sexo y seguro que lo repetiremos el próximo domingo.