Dar la bienvenida a cada nuevo año es siempre una experiencia divertida e inolvidable. La celebración de esta noche de Año Nuevo quedará en mi memoria para siempre. Estaba en la fiesta de una amiga y una hermosa chica de cabello negro estaba mostrando directamente su deseo de tener sexo conmigo. Comenzó a levantarse la falda y pude ver que no llevaba bragas. La gente que nos rodeaba no prestó atención a su actuación, que realizó sólo para mí. Su dedo estaba entre los labios de su coño y mostró su clítoris. Ella se acercó a mí y ajustó su trasero para que pudiera tocarla. Sosteniendo su apretado culo, toqué su coño con mis dedos, que estaba mojado y listo para recibir mi polla. Salimos al pasillo, y cuando estábamos lejos de las miradas ajenas, esta traviesa se agachó y empezó a hacerme una mamada que recordaré toda mi vida. Sacó mi polla de mis pantalones y empezó a tragarla vorazmente. La chica estaba tan cachonda que metió más de la mitad de mi gran polla sin ningún problema. Ella me excitó anormalmente cuando se quitó la parte superior de su vestido, revelándome sus bonitas y firmes tetas. Estaba tan fascinado por sus habilidades para fumar que olvidé que no estábamos solos. Ya no prestábamos atención a si alguien nos vería. Le dije que se diera la vuelta y se lo metí por detrás, hasta el fondo de su estrecho agujero. Su coño se sentía increíble alrededor de mi polla, tan cálido y apretado.
LAS CHICAS NO PUEDEN CONTROLAR SU LUJURIA Y FOLLAR EN PÚBLICO:
Debido al ruido, nadie podía oírnos, y comencé a perforarla rápidamente mientras ella aceptaba felizmente cada centímetro de mi gruesa polla. Sentí que mis bolas golpeaban su clítoris mientras la follaba fuerte y profundamente. De vez en cuando, la chica me miraba por encima del hombro, sonriendo con picardía. Se veía fenomenal y quería que este momento durara para siempre. Cuando empezó la cuenta atrás para el nuevo año, nos trasladamos al salón porque no había nadie en el sofá. Mientras los demás invitados se felicitaban, esta chica desnuda y cachonda me chupaba la polla sin descanso. Ella me montó en pose de vaquera, exponiendo sus suaves pechos nuevamente. Como una auténtica putilla, empezó a correrse sin parar de reír. Ella giró su duro trasero hacia mí y continuó rebotando en mi polla. Le di una palmada en su hermoso trasero cuando ella comenzó a gemir fuerte y correrse de nuevo. Luego, notamos que varias personas nos observaban desde la barrera y nos animaban en nuestra atrevida aventura. No nos sentimos nada incómodos. Estábamos tan relajados y cachondos que solo nos importaba continuar con el sexo. Decidimos ir a una habitación donde nadie nos molestaría y terminar allí nuestra dulce aventura sin ser molestados. Cuando estábamos completamente solos, la hice acostarse boca arriba y comencé a follarla duro. Ella comenzó a gemir de placer, rindiéndose a cada una de mis embestidas en su coño mojado. Estaba muy cachonda y sentí que me iba a correr. Saqué mi polla y comencé a rociarle la cara y las tetas, deseándole un feliz año nuevo.