Silvie volvió temprano a casa de clase y pensó que estaba sola. Coge un consolador nuevo que debe probar de inmediato. La adolescente se desnuda en la sala de estar y abre sus delgadas piernas para que el juguete sexual pueda caber en su estrecha raja. Ella comienza a meterse un consolador con furia en su almeja empapada en el sofá familiar. Justo cuando está a punto de correrse, entra su hermanastro. Lleva unos minutos mirándola. Amenaza con contarle a papá lo que hizo para enviarla a la universidad. Un poco de pensamiento rápido y Silvie le mete la lengua en la boca mientras acaricia su dura polla. Los hermanastros deciden llegar a un acuerdo y llevárselo a su dormitorio. La ha visto desnuda varias veces, pero esta es su oportunidad de comerle el coño. Su hermanastra desnuda se acuesta boca arriba y abre las piernas delante de su cara. Él toma uno de sus labios en su boca y lo chupa suavemente, luego lame su raja hasta su clítoris y regresa a su vagina antes de chupar suavemente sus otros labios. Ella separa los labios de su coño con una V de sus dedos y estira sus pliegues rosados permitiendo que su clítoris hinchado sobresalga de su capucha. Su hermanastra desnuda le entrega su pequeño tesoro para que juegue, bese, lama y chupe. Él sigue chupando su clítoris hasta que sus jugos fluyen hacia su lengua.
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El juguete era bueno, pero su lengua hace que Silvie tenga un orgasmo más duro que nunca. Para asegurarse de que se quede callado, ella también le hace una mamada. No es que a ella le importara. Su polla es bastante grande. Ella juega con su polla con sus labios y su lengua, le canta con sus gemidos, le hace sentir las sensaciones más maravillosas. Sus gemidos se intensifican alrededor de su eje y ambos comienzan a estremecerse de placer. Él es solo un chico, no su hermanastro en ese momento. Se supone que deben detenerse ahí, pero las cosas se ponen demasiado calientes. La chica está aún más cachonda ahora y necesita algo en su coño. Empuja a su hermanastro desnudo sobre la cama y se pone encima de él. Sin dudarlo, mete su polla en el apretado coño de Silvie. Todos los pensamientos que no sean follar con su hermanastra han abandonado su mente. Ella comienza a balancearse sobre él, deslizándose hacia arriba y hacia abajo a lo largo de su polla. ¡El chico cierra los ojos y se obliga a NO llegar al clímax justo en el coño de su hermanastra! ¡La putita se agacha para que pueda ver mejor su gran trasero! Sí, ella quiere que él la siga follando como una puta, al estilo perrito, quiere sentir sus bolas golpeando su clítoris. Él estira sus nalgas ampliamente, vislumbrando bien su culo mientras se mete las pelotas profundamente dentro de su coño. Él la pone boca arriba y la golpea un poco más mientras la mira a los ojos. Él sale justo a tiempo y se corre en sus pequeñas tetas y su cara.