Después de ser confrontada por el oficial de seguridad en el centro comercial, la inocente rubia Chloe se hace la tonta. Ella sabe lo que ha hecho y el oficial también. La verdad es que es una niña cleptómana que tiene que aprender a no volver a robar en tiendas. El oficial la registra al desnudo y encuentra varios bikinis metidos en la parte inferior de su chándal. Luego saca varios bikinis que ella había metido junto a su trasero. El que ella tiene también es robado, por lo que le pide que se lo quite. Se desnuda de mala gana. El oficial se da vuelta y la mira. Él ve su cuerpo perfecto y esbelto completamente desnudo. La chica es tan sexy, hermosa y joven. «¿Puedo irme ahora?» pregunta la chica desnuda, pero el oficial insiste en hacer una búsqueda de cavidades. La vista de su culo perfecto y su precioso coño lo pone tan duro que se convierte en un espectáculo de frotamiento de coño. El oficial está a cargo y el juego le parece intrigante. Él le dice a Chloe que puede quedarse con los bikinis y que la dejará ir si se mete la polla en la boca. La joven delincuente de poca monta abre obedientemente la boca y lo mira con disgusto en su rostro. Ella tiene que besar y lamer su polla sucia. El hombre impone la ley y le mete la polla en la boca. Repite la búsqueda de cavidades sólo que esta vez con su gran polla dura. Aunque odia admitirlo, a Chloe le empieza a gustar la atención que recibe. Este tío cachondo la folla por detrás mientras ella está inclinada sobre el escritorio. Su coño afeitado se ve bien desde atrás, pero es aún mejor cuando la chica sexy está extendida sobre el escritorio o cabalgándolo en una silla, de hecho. Él disfruta cada centímetro de su coño profundo y húmedo. Él juega con ella y le dice que todo estará bien mientras se corre en sus bonitas tetas. A veces el crimen da sus frutos, al menos para aquellos que consiguen follar con el perpetrador.